Meditemos la palabra de Dios.
El mismo David lo llama Señor. Entonces, ¿de dónde salió de ser su hijo? ¿Quién es Jesús, después de todo, y cómo es el hijo de David? Todo sobre el Mesías, esta figura central de esperanza en Israel, es fundamental. Si los escribas no pueden responder a la dificultad que Jesús les plantea acerca de la filiación davídica del Mesías, dudan de él. Sin embargo, afirman ser los más sabios e inteligentes de Israel y quieren gobernar al pueblo elegido. No debería escuchar a estos médicos, que dicen ser maestros. Si tuvieran la mente lúcida, deberían percibir una dimensión misteriosa en la persona de Jesús, que deriva de su filiación con Dios. Jesús insta a sus seguidores a tener cuidado con los falsos profetas, que quieren influir en las personas y gobernar sus vidas. La persona de Jesús es desconcertante. No basta con admirar a Jesús como un gran personaje de la historia, sólo aquellos que creen en el misterio de Cristo, en su unión única con Dios, y que se comprometen a seguir a su Señor, pueden entender quién es Cristo. Es el culto que marca la distancia y la cercanía, distancia de la soledad de una intimidad con Dios que debe profundizarse, al mismo tiempo que estamos llamados a la mayor comunión de amor.P. Eric