QUE HUBO Y QUÉ HABRÁ?-JESUS ES LA RESPUESTA-


Jn 14,1-6
¿Puede nuestro hombre occidental- al que se le quiere educar sin referentes religiosos ni filosofico- culturales (porque el diálogo de religiones y entre culturas se ha dejado sin mayor explicación) – tener una existencia medianamente viable?
La angustia o turbacion de la mente es la condición normal del hombre si ,como seres pensantes,queremos caer en la cuenta de qué hacemos aquí en este mundo puesto que se nos ha dado una existencia sin pedirla . Y
puestos a pensar y a la vez vivir, ya es mucho que descubramos el sentido de aquel aforismo de R. Tagore: “Soñé que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servicio”. Serví y descubrí que en el servicio estaba la alegría”. Pero ello nos puede llevar toda una vida y no con pocos quebrantos y errores.
Y el judío que fue Jesús y se planteaba el existir contando con Dios a quien llamaba Padre, había entendido que el grave problema del hombre es orientar su vida si la quiere tomar en serio. Y que la invocación del principio y del fin es fundamental . Y viendo esa turbación en los hombres de su tiempo a los que veía “cansados y agobiados como ovejas sin pastor” (Mt 9, 36) hablaba a las gentes con calma. Y en una de esas meditaciones en que les estaba hablando del fin y diciéndoles que no perdieran la paz porque adonde El iba había muchas estancias y que El iría primero a prepararles un sitio. y esta desazón de la mente la ve Jesus también en la mente de Tomas cuando le pregunta: Señor si no sabemos donde vas a ir cómo vamos a saber cual es el camino?
y oimos al instante las solemnes palabras del maestro” Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mi”.
Desde Jesús, el Dios hecho carne, la voluntad de Dios .- si es que queremos hacer la voluntad de Dios mas que la nuestra, la podemos escrutar preguntando a Jesús: “en mi situación qué harías Tú , Jesús? Y en El escuchando con calma sus palabras y viendolas con mas claridad al contemplar sus obras iremos encontrando todas las respuestas.
¿Qué hemos descubierto con Jesus los que nos llamamos discipulos? Que hay un Dios y Padre de infinita bondad que está en el principio y fin de nuestro existir y que si queremos encontrar en esta vida el correcto vivir El es el Camino mas directo, la verdad de la vida que anhelamos y la misma vida en plenitud . Vida que entiende como “yugo llevadero y carga ligera” Mt 11,25-30, vivida con El.
Ojo pues, a una propuesta de educar un hombre desprovisto de toda carga cultural – o laico- porque vamos a someter al hombre normal a una carga insoportable. Y la vida con madurez para pensar ,es mas bien corta.
Andando por el camino de la vida ojalá nos tropecemos con el Señor .
Lo meditamos con el canto: “Te conocimos Señor, al partir el pan”

AL SERVICIO DE LA IGLESIA Y DEL MUNDO

Jn 13,16-20
El texto de hoy es continuacion del lavatorio de pies de los discipulos.
Con este gesto Jesús ha querido significar la tarea fundamental que corresponde a todo ser humano y especialmente a sus discípulos: servir a los otros desde una postura no de dominacion sino de humildad. Ellos son quiénes como enviados actúan por si y tambien como representantes de quien les envia.
Desde este contexto podemos entender cómo han surgido los ministerios en la Iglesia y cómo en la actualidad lo estamos realizando en cada Iglesia particular. A mitad de Octubre solemos celebrar la “Misa de Envio”. Para ese evento reunimos a los agentes de pastoral que van a realizar los diferentes servicios en la Iglesia como monitores del Junior ,catequistas, ministros de la Comunión, Caritas.,sacristanes etc. y el sacerdote les impone las manos sobre su cabeza mientras se invoca al Espíritu Santo. Es así como la comunidad con quien la preside en nombre de Cristo enviamos a miembros de la Comunidad a realizar las diferentes tareas al servicio de la comunidad y del barrio o pueblo en que està ubicada la parròquia. Desde ese momento son aplicables para estos enviados de la comunidad estas palabras finales del evangelio de hoy: “quien a vosotros me recibe me recibe a mi y quien me recibe a mi recibe al que me ha enviado”. Es Cristo quien en el humilde servicio que realizan sus enviados está siendo acogido y con El el Padre.
No olvidemos pues, que cuando actuamos como agentes de pastoral enviados por la comunidad no nos representamos a nosotros solos sino a Cristo y a la comunidad cristiana. Y lo rubricamos con el canto “Iglesia peregrina”.