Comentario homilètico 20/1/2017

​Mc 3,13-19  relata con la precisiòn de hechos màs q de palabras còmo y para què Jesùs fuè configurando una agrupaciòn de discìpulos.

  ” Jesùs subiò a la montaña, llamò a los que quiso, y se fueron con èl. ”

Los llama para ser compañeros y estar con èl viviendo con èl y como èl y para mandarles a predicar y sanar a la gente. Se trata, pues de un proyecto de vida una forma de vivir y de estar en la vida. Y para ello es muy importante conocer a Jesùs y su mensaje. Un mensaje q no es un conjunto de verdades teòricas sino de “verdades en la vida” . Ellos tenìan q aprender siendo testigos oculares de còmo actuaba Jesùs en  su relaciòn con los ricos, con los pobres, los enfermos, con las mujeres, con los poderosos, con los fariseos,    etc  y viendo què y còmo hacìa Jesùs tenìan q hacer ellos lo mismo. Se trata de un conocimiento especial  q solo se puede conseguir viviendo con El y como El. 

Esa forma particular de conocer harà q los cristianos nos llamemos ” seguidores” de Cristo en cuanto no solo somos llamados a “predicar” con palabras sino con el testimonio.  Testimonio de un proyecto de vida  a vivir al estilo de Jesùs que es garantia de una vida de entrega alegre y esperanzada pq se vive con semillas  de resurrecciòn q anuncian la Resurrecciòn definitiva en Cristo y con Cristo.

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