Comentario homiletico

Mt 11,28-30
Si solo fueramos máquinas bastaría con unas técnicas psicológicas para relajar nuestro agobio y cansancio habitual que puede tener picos más altos por la pandemia, pero me temo que somos realidad personal y espiritual con raíces trascendentes y a ellas solo da alcance el Jesús- “manso y humilde de corazón” terapeuta de lo inmanente-trascendente.

Comentario homiletico

Lc 1, 26-38
¿Será posible que desaparezca el mal de la faz de la tierra?
El mal cuya causa es el pecado o mal causado por el hombre, es el que más nos preocupa. Y es del que más se suele hablar siempre sin que normalmente se logren acuerdos que conciten todas las voluntades para llegar a grandes acuerdos. Necesitamos grandes cambios en el manejo de la energia que mas conviene a nuestra casa común. Necesitamos hacer frente al cambio climático como cosa de todos. Y ahora a las pandemias que nos pueden sobrevenir una tras otra y en oleadas mortíferas. Todo nos hace descubrir ,como oyera yo decir de un sabio chilote, que “la unión no es una virtud sinó una necesidad” porque si no somos unidos perecemos. Y la solución nos embarca a todos.
Pues bien, la liturgia de- hoy fiesta de la Inmaculada- nos presenta en clave femenina el anuncio de que podemos hacer .mejor las cosas y el mundo tendrá solución. Una mujer , María adornada de gran dulzura y humildad pero de sublime fuerza y firmeza pisó la cabeza de la serpiente. Aquella serpiente símbolo del poder demoníaco que quiso llenar de orgullo a los primeros hombres haciéndoles ver que podrían ser como dioses, árbitros del bien y del mal sin miedo a las consecuencias.
María fue el primer ser de la tierra que diciendo un “Si” rotundo a Dios nos trajo a Jesús y con El la salvación.
Con María nos llegó Jesús y su Reino. Ahora necesitamos como María repetir el Amén ,el sí a Dios todos ,asumiendo el estilo de Jesús dulce y austero, libre y sencillo que nos libre de los estragos de un orgullo y ambición que nos aparta de Dios y del hombre nuestro hermano.
Con Jesús, cuya venida preparamos celebrando la próxima Navidad nos llega el mensaje de que el bien se puede hacer plegandose con radical humildad hecha necesaria virtud ante los grandes retos que (no aconsejan sino que nos obligan) – ahora lo podemos entender con la pandemia- a estar unidos por el bien común
Por creación Dios nos dotó de esa bondad natural aunque fue alterada por el pecado de origen en forma de orgullo .Y “fer bondad” ( hacer el bien), decir Amén a Dios y al hombre siguiendo el estilo de Jesús para que haya vida para todos ,es el camino de la restauración del mundo y de nuestra propia restauración.

Comentario homiletico

Mt 9,27-31–
Bon dia i ocasió per a profunditzar en el misteri de la fe. Dos ciegos van tras Jesús gritando: “ten compasión de nosotros Hijo de David”. Jesús les pregunta: “¿creéis que puedo hacerlo?”  y le contestan: “Sí, Señor” y Jesús les toca los ojos diciendo: “que os suceda conforme a vuestra fe”. Y se les abrieron los ojos.
Aquí Jesús nos relaciona fe y salud. El milagro o curación tan habitual en la vida de Jesús no se realiza sin el concurso de la fe del enfermo y más aún parece insinuar que el poder de sanación está más en la propia fe que en Jesús o en Dios.
Esto nos lleva a pensar en el efecto placebo: aplicar una medicina que es pura agua -por ejemplo- y te cura o en la visita a un famoso médico y sentirse mejor antes de recibir tratamiento, etc.
Son estos y otros muchos más casos los que la ciencia hoy nos relata para hacer ver el poder de la mente en la curación. Y ello sin hablar de fenómenos de hipnosis o de sugestión que nos dejan perplejos.
La fe de estos ciegos tiene muchas cosas en común con los fenómenos de la mente que apenas enumeramos: los ciegos admiran al maestro, pierden todo miedo social y su profunda necesidad la gritan al mundo y a Jesús. Están seguros de que Jesús puede curarlos y va a curarlos. Y entonces… lo que se ha anhelado con toda el alma y con todo su ser ..ocurre y no sólo el milagro material sino la presencia de “fuerza de Dios” en el propio acto de fe cuando el que clama a Dios o al milagro lo hace con tal coraje.
En el fondo toda actuación humana la hacemos y requiere de fe y confianza  o se convierte en un actuar maquinal y sin alma.
Y por ello mismo invocar a Dios y convocar toda nuestra fuerza espiritual para el vivir diario es una gran oportunidad para hacer de cada minuto un minuto de gracia.

Comentario homiletico

En el texto de Mt 7,21.24-27 Jesús está diciendo que “no todo el que me dice ¡Señor,Señor¡, entrará en el Reino de los Cielos sino el que cumple la voluntad de mi Padre”. Y dice también que “edifica su casa sobre roca, el que escucha su palabra y la lleva a la práctica”.
Nuestros clásicos sintetizaron magistralmente este loguion de Jesús con la expresión ” a Dios rogando y con el mazo dando”. Y así se entendía muy bien que no basta con solo orar a Dios ni sólo actuar sin contar con Dios. Hacen falta una cosa y la otra.
Y aqui notamos un importante déficit de conciencia social para valorar desde esta óptica lo que nos ocurre hoy. La búsqueda de eficacia y resultados en la acción personal y social entre otros factores- ha hecho que el valor de la invocación de Dios y en definitiva de la practica de la fe, haya quedado reducida o muy mermada. El recurso tan oido ” no tengo tiempo” disfraza mal la minusvaloracion social en que ha caído la práctica de la fe. (Y habría que analizar si la crisis es de invocación de Dios o de la valoración subjetiva de esas prácticas religiosas para contactar con Dios que es lo que en definitiva se busca).
Como fuere, lo que no cabe olvidar es que el hombre de hoy pasa “hambre de sentido último de las cosas”. Nuestra mente o más aun nuestro yo, parece que no se conforma con simples motivaciones como las económicas o sobrevivir como sea y obedecer a un imperativo existencial carente de sentido. A largo plazo el accionar del hombre “sin invocación” parece desembocar en lo que hoy tanto se lamenta: “se han perdido los valores”.
Y mientras tanto la pandemia llama a nuestras puertas. Y recurrimos a la unión. Y recurrimos a la ciencia. Y urgimos a los laboratorios a solucionar el mas grave problema de los últimos tiempos. Y el hombre de hoy se polariza en dos tendencias contrapuestas. Los que solo invocan a Dios y los que solo esperan en la ciencia..y se va apuntando una tercera opción :la que nace de la unión de invocación y ciencia.

Comentario homiletico

Nota: Celebramos hoy en la Iglesia el ultimo domingo del año litúrgico y día de Cristo Rey del Universo. Y quiero aprovechar desde este medio y gracias a la tecnologia- que algo bueno tiene que nos permite una fácil comunicación a pesar de la pandemia-😱 un gran abrazo a todos y cada uno de parte del Padre Eric y mia . Con presencia virtual o fugaz, pero presencial ,será bueno que mantengamos los lazos de union y afecto que nuestra fe en Jesús promueve. Y recordaros que el próximo domingo iniciamos el nuevo año litúrgico con el Adviento y el viernes 27 haremos memoria en la misa dedicada a la medalla de la Virgen milagrosa de las Hijas de la Caridad que por muchos años nos acompañaron en la pastoral de la parroquia y nos dejaron como legado espiritual su Virgen de la medalla milagrosa.

Comentario homiletico

Lc 14, 1.7-11–
¡Que enamorado de Cristo debía estar Pablo! para decir frases como las que hoy le oímos decir: que “para mí la vida es Cristo” y que duda entre morir para estar para siempre con Cristo o estar aquí predicando a Cristo a los Filipenses.
Y es que Jesús debía enamorar porque manifestaba su enorme grandeza viviendo con suma humildad. Así nos lo dice hoy con palabras que parecen consejos doctrinales “el que se humilla será ensalzado”, pero también con gestos como sentarse en lugares menos preferentes en banquetes de bodas (en Caná) o ponerse a lavar los pies a sus discípulos en aquella célebre Última Cena (Lc 14, 1.7-11.

Comentario homiletico

Lc 12, 54-59
La pandemia que está sufriendo la humanidad es como dice en este texto Jesús un signo de los tiempos. Un signo tan fuerte que está provocando desde la sanidad un paro de toda la vida económica y social. Muchos de nosotros por suerte ante este hecho mundial nos estamos parando a pensar. ¿No estamos corriendo demasiado aprisa a ninguna parte? ¿Hay claridad en la mente de los hombres de hoy de qué es lo que se debe hacer para el bien de todos o aquí cada pais, y cada región, y cada familia y hasta persona se esta erigiendo en propio dios o haciendo un dios a la medida de sus deseos como dijera Pablo?
Muchos hablan hoy de una naturaleza maltratada que parece que nos está pasando recibo. Pero también el hombre es naturaleza humana y como libre y pensante debería estar a la altura de los tiempos. Y los tiempos hoy parece que andan solos y sin gobierno. Aclamemos al Espiritu creador y dador de vida que nos inspire dones y carismas para el buen gobierno de paises y personas.

Comentario homiletico

Lc 12,35-38
En el pensamiento de Jesús solo el que ha asumido la actitud diligente del siervo siempre dispuesto a acoger y servir con bondad y prontitud, está en condiciones de recibir al Señor cuando venga y llame a nuestra puerta, tanto cuando le oimos venir y llamarnos para participar y construir aquí su Reino como si nos llama a entrar en el Reino definitivo o Cielo. Para éstos, – ojalá así ocurra con nosotros – la venida puede ser y probablemente será sorpresiva como la llegada del ladrón, pero no desagradable, porque sabemos, asi nos lo dice , que en una u otra llamada, El vendrá como novio y nos sentará a la mesa y nos servirá y hará objeto de trato confidencial y preferente . ¿No fue como trató Jesús a sus apóstoles en aquella última y memorable Cena de Pascua?.

Comentario homiletico

Lc 12, 8-12
Oyendo a Pablo en Rom 4, 13-18 los creyentes del Dios revelado a traves de la historia nos sentimos hermanados con la misma fe de Abraham padre de muchos pueblos creyentes q nos hemos encontrado por percepción especial del Espiritu con “el Dios que da vida a los muertos y da vida a lo q no existe”. Cuando esa profunda convicción anida en un ser humano ahí hay una gracia de Dios . La tiene el que se aclama desde lo mas profundo diciendo “algo tiene q haber mas allá de todo cuanto hay a la vista”. Con esa percepción especial uno se siente fluyendo en el río de la vida y andando por caminos de esperanza que invitan a ejercer alegría y gratuidad. Es el gérmen de la fe revelada gracias al encuentro con el Espíritu del Dios creador.
Hasta ahi ,que no es poco, compartimos el mismo camino todos los creyentes en el Dios revelado sea judio, cristiano o islámico. Somos pueblos participes de la misma fe abrahámica. Con esa fe hemos dado el salto a ver lo trascendente inmerso en lo temporal y lo empezamos a ver por gracia del Espíritu. Por eso Jesús dirá q negar esa gracia contra el Espíritu es el peor pecado. Mas q negar al propio Hijo porque es rechazar la primera semilla obra del Espíritu en nosotros por la que nos abrimos a la fe radical inmanente y trascendente.
La culminación de esa obra del Espíritu en la humanidad es el propio Jesús el Hijo de Maria que resumió en Cristo la máxima trascendencia e inmanencia.
Y quien le sigue desde el nacimiento hasta su muerte en cruz vive su vida a la vez muriendo y trascendiendo. Realizando en si mismo la plena humanidad q se vive con un morir sirviendo q es morir renaciendo.

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