DIOS EN EL AHORA

Jn 16, 29-33
Jesus parece en este texto que habla para el “hoy” en que estamos cuando está diciendo a sus discípulos que llegará el tiempo en que os dispersareis ..y me dejaréis sólo ..
La humanidad que puebla el Occidente nuestro parece que no cuenta a Dios como el horizonte máximo de toda utopia e ilusión cuando de siempre toda “teoria” ( y va con la palabra) era busqueda de Dios (=teos=Dios). Pero ojo que con los malos manejos de la vida van creciendo tambien los sinsentidos .y quizás sea la consecuencia mas palmaria de que el vacio de Dios en el horizonte de nuestro hacer está llenando nuestro ahora o presente de inquietud y ocio y…ansiedad.
Con muchos adelantos …pero el tratamiento de la vejez es contradictorio ¿hacemos a los viejos eternos o los “eutanasiamos”?……
Y los adultos en plena producción …¿vamos a trabajar nosotros o dejamos que lo hagan todo las máquinas,robots?…..
Y el sexo..¿hace falta ahora para la reproduccion , o sólo instrumento de placer sin tener nada que ver con el amor?…..
Parece que el orgullo humano que llevó al hombre al pecado haciéndose como Dios vuelve aquí en este momento de la historia a querer enseñorearse del hombre llevándole a faltar el respeto a su mas intima naturaleza al privarla de su esencia que le viene de su intimidad con la fuente de su ser que viene del Espiritu Creador.
Nos parece que hoy es más tiempo de “Cuidar con respeto y amor” todo lo que hay y por sobretodo el sagrario de nuestro interior templo del Espíritu Santo, (San Pablo) que de darse prisa en innovar y progresar sin medir consecuencias ni saber con claridad adónde vamos. La avalancha de adelantos, que nos está llegando como efecto de la globalizacion, las migraciones y demás nos va a llevar un tiempo para hacer adecuada digestión …y
encontrar sentido a todo lo que hacemos es una profunda necesidad.
Y en tiempos de turbulencias nada más necesario que Dios que como el aire permea todas las circunstancias
y les da el oxígeno del amor que da sentido ,paciencia y eternidad a todas las cosas.
Con el canto que reconoce en el “aqui y ahora” la presencia de su creador reivindicamos cantando: “Dios está aquí”.