MARIA, NUEVA EVA Y MADRE DE LA IGLESIA

Jn 19,25-34
Fue Pablo VI el papa que tras la 3@ Sesión del Concilio Vaticano 2° declaró a Maria Madre de la Iglesia.
Hoy leemos que Jesús desde la cruz viendo al discipulo amado junto a su madre le dice: “ahi tienes a tu madre” y mirando a María su madre le dice ahí tienes a tu hijo”…..pero si nos basta el gesto por la delicadeza de Jesus para con su madre y tambien para su discipulo amado ,el titulo dado a Maria como madre de la Iglesia reviste mas calado.
En el protoevangelio después del pecado de los primeros padres dice el Génesis 3,15ss ……”Pongo enemistad entre ti y la mujer entre tu linaje y el suyo y una mujer aplastará tu cabeza”. Y cabe recordar que la Inmaculada Concepción presenta a la Virgen como la nueva Eva pisando con su talón la cabeza de la serpiente (= el demonio). Ella es la primera redimida por la cruz redentora de Jesús .
Y hemos visto en el Año Litúrgico a María desde el nacimiento de su hijo y hasta la cruz y más aún hasta Pentecostés junto al Hijo y sus discípulos. Ellos forman esa humanidad nueva que ha aceptado la condición de discípulo . Es la Iglesia que nace de la última gota de sangre y de agua más el Espíritu de Jesús. Aquel que fue acompañado como nadie por su madre la Virgen María. De ahí que considerarla Madre de la Iglesia tiene un fundamento bíblico anunciado desde el proto-Evangelio hasta el fin de la historia de la salvación con Cristo. Con ella y como ella queremos aplastar la cabeza del dragón si bien es cierto que ella nació sin pecado original por especial privilegio porque iba a ser madre de Jesús, pero se le concedió también ” ante previsa mérita” o sea, en virtud de los méritos que iba a alcanzar al aceptar la voluntad de Dios de ser madre de Jesus. Ella, podemos decir en verdad, pues, que es la nueva Eva de una humanidad redimida por Cristo .Y el regalo que hizo Jesus de su madre a Juan fue como la consagración de su maternidad por Jesús a toda la humanidad y especialmente a la Iglesia con sus apóstoles y discípulos de antes y de hoy. Su cuidado y cercania providencial hacia nosotros nos la hacen objeto de especial devoción y veneración.
Canto:”Maria tu que velas junto a mi”.

.

Los comentarios están cerrados.