Comentario homiletico

.Jn 13,16-20
San Juan nos esta hablando después del lavatorio de pies de sus discípulos. Con este gesto ha querido significar la tarea fundamental que corresponde a todo ser humano,, servir a los otros desde una postura no de dominacion sino de humildad. Y este designio lo ha querido volcar o conceder especialmente a quienes El ha elegido como sus enviados. Ellos son quiénes como enviados actúan por si y tambien como representantes de quien les envia.
Desde este contexto podemos entender cómo han surgido los ministerios en la Iglesia y cómo en la actualidad lo estamos realizando en cada Iglesia particular. A mitad de Octubre solemos celebrar la Misa de Envio. Para ese evento reunimos a los agentes de pastoral que van a realizar los diferentes servicios en la Iglesia como monitores del Junior ,catequistas, ministros de la Comunión, Caritas.,sacristanes etc. y el sacerdote les impone las manos sobre su cabeza mientras se invoca al Espíritu Santo. Es así como la comunidad con quien la preside en nombre de Cristo enviamos a miembros de la Comunidad a realizar las diferentes tareas al servicio de la comunidad y del barrio o pueblo en que està ubicada la parròquia. Desde ese momento son aplicables para estos enviados de la comunidad estas palabras finales del evangelio de hoy: “quien a vosotros me recibe me recibe a mi y quien me recibe a mi recibe al que me ha enviado”. Es Cristo quien en el humilde servicio que realizan sus enviados está siendo acogido y con El el Padre.
No olvidemos pues, que cuando actuamos como agentes de pastoral enviados por la comunidad no nos representamos a nosotros solos sino a Cristo y a la comunidad cristiana.