EL QUE VIVE Y CREE EN MI NO MORIRA PARA SIEMPRE”

” El pasaje de Juan 6,35-40 es un recordatorio de la promesa de Jesús de ser la fuente de vida eterna para aquellos que creen en él. En estos versículos, Jesús se presenta como el “pan de vida” que saciará y dará vida eterna a aquellos que lo acepten como su Salvador.

Este pasaje nos recuerda que la vida eterna no es algo que se gana mediante esfuerzo o mérito propio, sino que es un regalo que Dios nos ofrece a través de su Hijo Jesucristo. Para obtener esta vida eterna, debemos creer en Jesús, seguir su ejemplo y cumplir la voluntad del Padre celestial.

En nuestra vida diaria, es importante recordar esta promesa cuando enfrentamos dificultades, dolor y sufrimiento. Al recordar que Dios nos ha ofrecido una vida eterna, podemos tener la confianza y la fe para enfrentar desafíos en la vida aquí en la tierra.

Además, debemos compartir esta promesa con aquellos que nos rodean, animándolos a poner su fe en Jesús para que también puedan tener la vida eterna ofrecida a través de él.
Con fe agradecemos el gran regalo de vida eterna con el canto :”Hoy Señor, te damos gracias”