Comentario homiletico 3/312/17

Mc, 13,33-37. En una palabra se resume la parábola de Jesus de este primer Domingo de Adviento; ViGILAD. El estado de vigilia es lo opuesto a estar durmiendo. En el sueño no controlamos lo q nos ocurre por eso no somos responsables ni culpables de las historias q soñamos. Por ello tb al despertar nos damos cuenta q las cosas reales no han cambiado. Todo sigue igual. Pero de día Jesús nos pide q estemos en estado de vigilancia. Q nada importante nos pase desapercibido. Un constructor del Reino no puede andar como dormido solo pensando en sus cosas, o tan pendiente de todo q cquier estímulo externo le desvíe de su propósito de hacer lo q debe hacer. Nuestra sociedad es experta en desviar nuestra atencion y si no probar a ir a una tienda o entrar en internet . Saldremos a menudo con la sensación de no haber hecho lo q teníamos previsto hacer sino otra cosa.

 Ahí comprenderemos la necesidad de autocontrol. De “saber decir no” a muchos estímulos q nos tientan a sacarnos de nuestro camino.y especial control requieren los estímulos q son autocomplacientes por su poder adictivo  generalmente cosas materiales. Frente a ello el Adviento nos propone buscar y cultivar más los valores espirituales q nos exigen salir de nosotros mismos y atender a los demás.Dejar tanta autocomplacencia y buscar complacer y alegrar a los demás. Seguir las inspiraciones del bien y movernos a hacerlas dejando vagancia y somnolencia. Y esta actitud de vigilancia para q abunde el bien y se venza el mal nos exige un complemento necesario: Orar…. pq el hábito de orar nos anima a esperar y hacer lo q mejor conviene a todos(y no solo a mi)

Es tiempo de hacer brillar nuestra esperanza centrada en los valores del espíritu para q renazcamos tras el Adviento al tiempo nuevo de la Navidad.?

Comentario homiletico 30-11-17

 El evangelio de hoy nos cuenta cómo estaba Andrés con su hermano Simón llamado Pedro echando el copo en el lago y cómo Jesús  pasando por allí los llamó para ser pescadores de hombres.Su tarea o ministerio va a ser muy importante porque la fe en Jesús es lo que nos salva y no nuestras obras dice la primera lectura. Pero cómo van a creer los hombres si no escuchan primero su palabra?. Y ?como la van a escuchar si nadie la predica?

  Pues eso. Ánimo y a predicar la palabra. La buena noticia de q Jesús nos salva.

 Si tenéis un tiempo especial repasad el primer texto de Romanos 10, 9-18 donde Pablo nos da el secreto para sentir la salvación de Cristo, (algo mejor que un buen café por la mañana.)?

Comentario homiletico 26/11/17

Mt 25,31-46 nos describe como va a ser el Juicio final cuando el hijo del Hombre vendrá revestido de poder y majestad. Allí  separará a toda la humanidad ,dice, como el pastor separa a las ovejas de las cabras . Pondrá las ovejas a su derecha y les dirá: venid a mí benditos de mi Padre  heredad el Reino preparado desde la creación del mundo pq tuve hambre y me disteis de comer, sed y me disteis de beber, estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y vinisteis a verme. ….   Entonces los justos dirán y cuando hicimos estás cosas contigo?   Y el rey les dirá cada vez q lo hicisteis con estos humildes hermanos conmigo lo hicisteis. De la misma manera dirá a los de su izquierda apartados de mi malditos….. Pq no me disteis de comer, de beber. etc.. 

El criterio definitivo, pues, por el q se nos va a juzgar es el amor a los hermanos empezando por los más desfavorecidos. En ellos ha querido de modo especial hacerse presente Jesús de modo q en los gestos de atención a sus necesidades es donde con preferencia se hace presente al Señor. Allí está místicamente presente como tb lo está en la eucaristía.

Desde este evangelio comprendemos q la Buena Noticia o evangelio  de Jesús va dirigida especialmente a los más débiles y necesitados. Y preferirles a ellos dándoles trato y atenciones como hermanos es el mandato principal de Jesús de modo q nuestro amor a Dios sería  como el negativo de una fotografía y el positivo y garantía de la autenticidad  del amor a Dios serian los gestos concretos de amor a Jesús presente en los pobres. Allí es donde hay q reconocer al verdadero Jesús. Allí es donde se plasma el objetivo fundamental de la presencia de Dios encarnado en la tierra: cuando sentamos a los pobres en la mesa de su Reino ya aquí en la tierra.

Comentario homiletico 24/11/17

Lc 19,45-48 .

La expulsión de los mercaderes del templo la atestiguan los 4 evangelistas lo q prueba la gran importancia q daban los primeros cristianos a este hecho. El texto de hoy nos dice q Jesús     probablemente poco antes de su pasión entró en el templo y se puso a echar a los vendedores diciéndoles: “habéis convertido la casa de oración en casa de bandidos.”

 Dice tb q a diario enseñaba en el templo aunque sumos sacerdotes y letrados querían quitárselo de en medio”.

 ?estaba Jesús en contra del templo? Por lo visto en su gesto iba más contra el mal uso q contra el templo en si . De hecho varios días estuvo enseñando en el templo. No obstante desde Jesús y los primeros cristianos el templo ya no volvió a ser lo mismo.

 Las primeras comunidades eran minoritarias dentro del imperio romano. Y se reunían en casas particulares. Ya no ofrecían sacrificios de animales para alabar a Dios o aplacar su ira entre otras cosas pq ya no veían a Dios como un ser irascible y castigador sino como un Padre . Así nos lo presentó a Dios Jesús. Entonces las asambleas de cristianos era la ocasión q ellos usaban con frecuencia para escuchar cuanto sabían de Jesus., Vivir con espíritu de fraternidad practicando la ayuda mutua y compartiendo la presencia hecha real de Jesús en la Comunidad como cabeza y como pan eucarístico q recibimos reviviendo su sacrificio Salvador por amor a los hombres.

 Como vemos ahí el templo ya no es solo la casa de Dios. Es tb la casa de la comunidad. En ella se reúnen los cristianos para iluminar su vida comiendo la palabra y la eucaristía para ser cada vez más “unos” con Dios y con los demás.

   Los templos cristianos no iniciaron hasta el 324 con la primera catedral en San Juan de Letran. Pero esos templos multitudinarios pasan a ser como santuarios para la religiosidad popular. Ahí se va como peregrinos o en plan de alguna devoción particular pero los templos de verdad cristianos son los q están más cerca del pueblo pq reúnen comunidades de vida y responden mejor al estilo de vida de Jesús q vivió siempre entre el pueblo como fermento q anima la masa.

Comentario homiletico 23/11/17

Lc 19,. 41-44 recoge el vaticinio o profecía de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén la capital de Israel hecho q ocurrió históricamente el año 70 después de Cristo cuando entraron las legiones romanas y arrasaron la ciudad. El vaticinio  hoy no se duda de su veracidad pq Jesús habla sin dar detalles . Dice sin más q Jerusalén será arrasada y no quedará piedra sobre piedra.Porque no reconociste el momento de mi venida”

 Jesús ,pues llora por su ciudad a la q ama y trata de tu pero llora pq al no reconocerle en su venida ,ella misma se ha cerrado a conocer los caminos de la paz .y ?como entender esto?

Jesús tiene conciencia de ser enviado del Padre

como Príncipe y Maestro de la Paz.  A través de su vida de amor y compasión a los más necesitados pero sobre todo en la cruz va a manifestar el mayor amor de Dios desechando todo deseo de ira y venganza . Es en la cruz donde Jesús supera  la ley del talion  con la cadena de emociones negativas q impiden llevar al hombre a la auténtica paz y plenitud q fue justamente lo q vino a traer con su venida. Y lo q Jesús dice desde la cruz nos es bien conocido:”Padre perdonales pq no saben lo q hacen”.

    Hoy ,leyendo este texto me viene a la mente la guerra del 36-40 q sufrimos en España. Guerra civil con muchos mártires q morian fusilados con dos frases clave: “Viva Cristo Rey ” y “Perdonales Padre”. Quizás ese espíritu de paz y reconciliación q nace del auténtico perdón es el q nos ha traído 70  años de paz y  es el q tendremos q fomentar como herencia para hacer nuestra paz más firme y sostenible .

   Sólo un amor así aprendido de Jesús y practicado en nuestra vida puede acortar las distancias q generan  nuestras emociones más negativas.

Comentario homilético 21/11/17

Hay que recrearse en los detalles de la narración de Lc 19,1-10 para captar el proceso interior que viven Zaqueo y Jesús en ese encuentro que es modelo de lo que entendemos por conversión.

Zaqueo movido de una profunda curiosidad se acerca a Jesús y siendo bajo de estatura no se arredra y sube a una higuera para ver mejor a Jesús. Jesús por su parte le dice que baje, que va a hospedarse en su casa. La gente murmura de Zaqueo y también de Jesús, ¿cómo va a hospedarse en casa de un pecador?

Pero ya en su casa Zaqueo  confiesa a Jesús: “mira doy la mitad de mis bienes a los pobres y si a alguien he robado devolveré cuatro veces mas.”
Y debe sorprendernos la respuesta de Jesús: hoy es la salvación de esta casa. También este es hijo de Abraham”.

Jesús no desprecia al hombre que  ante la luz de bondad de Jesús se arrepiente de su conducta como Zaqueo  e intenta cambiar  a mejor sus obras.

Aquí para Zaqueo Jesús se presentó como liberador del mal y del pecado como lo anunciara Juan el Bautista: Jesús es “el que viene a quitar el pecado del mundo a todo aquel que crea en su nombre.” Es la curación del mal más profundo que puede sentir el hombre porque atañe a su condición espiritual y moral. Y también aparece en Zaqueo la veracidad de su conversión:” si algo he robado devolveré cuatro veces más”. El mal hecho hay que ser valiente y confesarlo. Y luego reparar el mal hecho.

Toda una lección que ojalá siguieran cuantos corruptos hay por nuestra nación. Una conversión que alcanza al bolsillo y al corazón.

Comentario homilético 19/11/17

Con la conocida parábola de los talentos hoy,  a punto de terminar el año litúrgico, la iglesia nos propone el texto de Mt 25’14-30 con que podemos ver qué tal desarrollo estamos haciendo contando con los recursos de todo tipo que Dios ha puesto a nuestro alcance: físicos, intelectuales, psicológicos, éticos, sociales y espirituales.

Sabemos que el Señor nos va a retribuir en base a los talentos o pack de habilidades que la naturaleza, la historia y Dios en definitiva han puesto a nuestro alcance. El rendimiento en favor nuestro y de los demás es lo que cuenta. Ya no es tiempo de reclamar derechos y aducir excusas, ese es el proceder de mucho infantilismo ambiental de hoy en que todo es exigir derechos para no hacer frente con hechos. Se impone cumplir con nuestras responsabilidades.  Y vemos que en este quehacer nuestro en la vida lo que más se penaliza es la inseguridad y el miedo. El dejar de hacer lo que corresponde por sentimientos de debilidad y poca valía.

Nuestra fe nos invita a actuar con firmeza aún siendo conscientes de nuestra objetiva debilidad porque por último, quién va a dar auténtico rendimiento a nuestras obras es Dios de quien yo soy sólo instrumento. En nuestro libre actuar debiéramos hacer nuestra aquella frase de San Pablo “todo lo puedo en Aquel que me conforta” porque el Espíritu de Dios se manifiesta mejor en nuestra humildad.

Comentario homiletico 17/11/17

Hoy las  lecturas  de la sabiduría y la lectura apocalíptica del evangelio(Lc 17,27-37) nos sitúan ante dos dinámicas contrarias de la naturaleza : la del tiempo del crecer y florecer y vivir en la plena expansion de  juventud y belleza de la naturaleza  que rezuma harmonia y  la del  desorden y caos q presagian muerte y destrucción  y fin de los tiempos.

  En la primera fase de esa dinámica el libro de la Sabiduría nos invita a q viviendo ese momento de belleza y harmonia elevemos nuestra mente y corazón a Dios su Hacedor . Así captaremos q la inmensa  belleza q “sosiega y enamora” es solo el “halo “q deja el paso de su Señor. Y descubrirle a El es la auténtica experiencia q inunda el corazon . 

   Y mirar los tiempos caóticos y violentos del fin no pueden ser motivo de angustia y desesperación sino de vigilancia. La sabiduría ,como Jesús nos dirá repetidas veces, está  en mirar más hacia adelante ( no como la mujer de Lot)porque tras los avatares de la vida y muerte bien vividas el Hacedor del tiempo nos invitará a una vida atemporal con El  de Resurrección.

Comentario homiletico 16/11/17

Los fariseos preguntan a Jesús Lc 17,20-25 cuando iba a llegar el Reino de Dios y Jesús les contestó: no vendrá espectacularmente  ni anunciarán si está aquí o allá;el R. de Dios está dentro de vosotros”

 La pregunta tiene su aquél pq los coetáneos de Jesús tenían en mente q el Mesías iba a venir como un rey de inmenso poder o como un gran sacerdote q restableciera y purificará el culto a Dios en el templo. Por ello la respuesta les debió impactar: el R. de Jesús no está en ningún lugar ni tpoco se va a manifestar en lo grandioso o espectacular. Ya está entre nosotros y lo ha introducido El con su venida.

Y si el R. de Dios ya está entre nosotros la pregunta es ? que es y qué hace la Iglesia en relación con el Reino predicado y establecido por Jesús?.

 Entonces en la iglesia hemos de explicar q somos la familia o pueblo de Dios donde intentamos respirar “los aires de Jesús” interiorizando su palabra y sentandonos  a su mesa (eucaristía)compartiendo su vida para hacer a su modelo la nuestra.

La Iglesia ,con todo, es el germen del Reino pq nos introduce en él por el bautismo y nos repara a nuestra condición humano-divina en esa especie de “taller de confección y reparación”  ( sacramentos) q es tb la Iglesia ,pero no es el Reino en plenitud. Por eso decimos en frase sintética q “es un ya y todavía no”. El Reino en plenitud vendrá al fin de los tiempos. En lo q llamamos Cielo o paraíso. Mientras tanto lo nuestro es vivir con el estilo de vida sencillo de Jesús propio de su Reino en el q estamos como tan bien se nos describe en las Bienaventuranzas. 

   Es en esa simplicidad de lo sencillo dónde está la auténtica grandeza del Reino.