Comentario homiletico 13/719

Mt 10,24-33
El alegato de Jesús contra el miedo tiene más fundamento a nuestro parecer de creyentes q ningun otro realizado en la historia.
De hecho inicia con una vida como la del maestro q no tiene nada q ocultar pq es y debe ser -de máxima trasparencia. Jesús nos invita a q todo lo q nos ha dicho al oído lo proclamemos desde la azotea. Y si eso q proclamamos y la vida q llevamos es motivo de persecución y muerte Jesús reafirma aún más su alegato diciendo q “no temáis a los q matan el cuerpo y no pueden matar el alma”. El miedo, pues no está en el origen de la religión de Jesús. Más al contrario, es el profundo consuelo de saberse querido y protegido por Dios con preferencia a otro ser vivo el q recibimos como mensaje de liberación y nos invita a una vida de máxima transparencia . Es nuestra responsabilidad dar a conocer con vida y obras esa Buena noticia del amor de Dios liberador de todo miedo. Con ese estilo de vida bien asumido no está asegurada la muerte -así dijo el maestro- pero si la Resurrección “quien vive y cree en mi no morirá para siempre”.
El Dios sin embargo más objeto de codicia y con más profunda raíz en el miedo es el miedo a no ser que se quiere afianzar vanamente con el poder y el tener. Ese es el Dios dinero. Su poder sobre el hombre es tal q Jesús lo ve como el principal oponente de Dios. ” no se puede amar a Dios y al dinero.

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