Comentario homiletico 13/6/17

En Mt 5,13-16 Jesús ha presentado las Bienaventuranzas como las exigencias o espectativas q El pone sobre sus discípulos y marcan todo un estilo de vida: vivir con sencillez y humildad, luchar por la justicia y la paz, sufrir y compadecerse por los demas, estar dispuesto a sufrir persecución por seguir ese ideal cristiano… Todo eso no es una ideologia ni reductible a ella. 

   El discípulo recordemos q en su aprendizaje con  Cristo  ha vivido experiencias importantes. Se han sentido pecadores e indignos de ser discipulos y han recibido el perdón. Han tenido dudas y cobardias ante los fracasos y experiencias de muerte y han recibido la luz de Cristo resucitado y la fortaleza del Espíritu.

  Por tanto lo q aquí se predica no es sólo una ética de máximos cuando tanta gente se contenta con hacer lo mínimo sino q hay evangelio. El discípulo está dispuesto a todo pq en Jesús ha captado  una fuerza de vida y sentido q lo llena todo.

   Ser discípulo de Jesús es entonces simplemente responder al amor q Jesús nos ha manifestado con el mismo amor.

   Y es entonces cuando el discípulo en su actuar no solo destila la luz de la bondad natural presente en toda la creación sino la bondad del q se siente con deuda de gratitud por ser  re-generado , reconciliado y  rehabilitado para trabajar por el Reino.

   Así el discípulo es sal y es luz en un mundo q precisa de gracia (y salero¡¡) y sentido y luz ( algo q no da el GPS).?

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