Comentario homiletico

Mt 11,28-30
Si solo fueramos máquinas bastaría con unas técnicas psicológicas para relajar nuestro agobio y cansancio habitual que puede tener picos más altos por la pandemia, pero me temo que somos realidad personal y espiritual con raíces trascendentes y a ellas solo da alcance el Jesús- “manso y humilde de corazón” terapeuta de lo inmanente-trascendente.

Los comentarios están cerrados.