“VETE EN PAZ”


Jn 8, 1-11
La mujer adúltera presentada a Jesús por escribas y fariseos para que como Maestro de la ley emitiera un juicio sobre ella no tenia escape posible. Habia sido pillada “en flagrante delito” y tenía a los verdugos preparados con piedras para cumplir con su ejecución. La ley y todos la estaban condenando . Y no se presentó ningún motivo que atenuara el delito. ..pero el Hijo del Hombre, Jesús, tiene el recurso que puede regenerar la vida toda de un hombre en pecado y la administró allí con toda autoridad cuando tras escribir en el suelo se dirigió a sus ejecutores con estas tremendas palabras que desautorizan a todo ser humano condenar a otro hombre: ” quien esté libre de pecado que eche la primera piedra”. …Así que todos fueron soltando las piedras de los más viejos a los más jóvenes.Y Jesús se encuentra a solas con la pobre mujer y le dice: ¿Nadie te condena? ..Yo tampoco, anda ,VETE EN PAZ y no peques más.
Con ese Divino gesto de amor y perdón la mujer experimentó el gozo mayor que pueda alcanzar todo ser humano en este mundo: el de sentirse liberado de toda culpa por el amor regenerador del Padre Dios. Es la experiencia profunda del perdón inmerecido que recibimos los cristianos cuando reconociendo nuestros males y arrepentidos nos dirigimos por medio del sacerdote a Jesús como Pedro cuando lo negó y Tomás cuando dudó de que de verdad hubiera resucitado.Es la gran experiencia del perdón de Dios la que ha movido al seguimiento de Cristo a todos los grandes apóstoles y a todos los cristianos. Es la experiencia de haber vivido el pecado y la profunda liberación por la conversión a Dios y la recepción del perdón por medio de la confesión: ” a quienes perdonareis los pecados les serán perdonados..”
Preparémonos a vivir la semana Santa con espiritu de conversión a Dios. Es el tiempo de escuchar a Aquel que es capaz de quitar el pecado del mundo “.
Canto: “Si, me levantaré, volveré junto a mi Padre”.

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