Comentario homiletico

Jn 14,1-6
La angustia o turbacion de la mente es la condicion normal del hombre si ,como los orientales ,queremos caer en la cuenta de qué hacemos aqui en este mundo puesto que se nos ha dado una existencia sin pedirla . Y
puestos a pensar ya es mucho que descubramos aquellas bellas palabras de R. Tagore: “Soñé que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servicio. Serví y descubrí que en el servicio estaba la alegría”.
El judío que fue Jesús y se planteaba el existir contando con Dios a quien llamaba Padre, había entendido que el grave problema del hombre es orientar su vida si la quiere tomar en serio. Y que la invocación del principio y del fin es fundamental . Y viendo esa turbación en los hombres de su tiempo a los que veía “como ovejas sin pastor” (Mt 9, 36) hablaba a las gentes con calma. Y en una de esas meditaciones en que les estaba hablando del fin y diciéndoles q no perdieran la paz pq adonde El iba había muchas estancias y que El iría primero a prepararles un sitio. y esta desazón de la mente la ve Jesus también en la mente de Tomas cuando le pregunta: Señor si no sabemos donde vas a ir cómo vamos a saber cual es el camino?
y oimos al instante las solemnes palabras del maestro” Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mi”.
Desde Jesús, el Dios hecho carne, la voluntad de Dios .- si es que queremos hacer la voluntad de Dios mas que la nuestra la sabemos preguntando a Jesús: “en mi situación qué harías Tú ,Jesús? Y en El iremos encontrando todas las respuestas.

Comentaeio homil etico

Jn 6,1-15
No se que Pascua de Resurrección estaremos celebrando nosotros pero en el texto de hoy se nos dice que estaba para celebrarse la Pascua judia -en que se mataba el cordero y se recordaba la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto- y Jesús en vez de subir a Jerusalén a celebrar la Pascua se quedó en Galilea y allí ante una multitud hambrienta que le seguia con diferentes expectativas decidió celebrar con ellos su PROPIA Pascua. No hubo “corderito” como en la gran celebración religiosa de Jerusalén pero con la aportación de unos pocos panes y peces de los asistentes y el fermento que da la fuerza exponencial de la bendición de Jesús, abundó tanto la comida que sobraron 12 cestos de panes y peces que se guardaron escrupulosamente para que nada se desperdiciara ni creara basura contaminadora del medio.
Alli se notó de verdad el Paso (=Pacua) del Mesias bendiciendo a su pueblo con el pan de la palabra y el pan de cada dia que no falta a quien en Dios y su sabiduria confia.
Nuestra pascua en pandemia nos dicen los economistas que tendrá secuelas. Bastará con que todos estemos atentos al vecino que sufre y le hagamos nuestra humilde ofrenda para que no ande con queja.

Comentario homiletico

Jn 20,11-18
Cuando leemos o escuchamos los relatos de las apariciones del resucitado ,nuestros ojos se abren con sorpresa. Los que lo leimos en el Tabor transfigurado con vestidos relucientes de un blanco esplendoroso ,ahora, presente en gloria o como gustaban decir los teólogos , en cuerpo glorioso, se manifiesta de de múltiples formas: peregrino, jardinero, ……..y nos lleva a pensar en la hipótesis que JM Carreira sugería sobre el tal cuerpo desde su mentalidad de fisico y astrónomo : “si en verdad se trata de un cuerpo resucitado y más allá del espacio y el tiempo ¿Qué dificultad hay en admitir desde la física cuántica que puede hacerse presente donde quiera y como quiera? Su materialidad transmutada fuera del espacio y el tiempo puede materializarse sin perder su identidad en la forma material que lo desee y por supuesto puede atravesar puertas y muros o desaparcer de repente sin dificultad alguna porque ya no está sometido a las leyes rigidas de la física (=gravedad, electromagnética, nuclear fuerte y débil).
Pero estas manifestaciones que percibimos como maravillosas y la física nos quiere certificar de su realidad -aunque parezca irreal por lo poco habitual😱- tienen un propósito. No de encandilar o embaucar, sacando al pobre hombre sujeto mortal-espacio-temporal de su vida normal con sus servidumbres. El propósito es ayudarle a descubrir que en su tiempo ya está sembrada la eternidad y que lo mortal ya se está revistiendo de inmortalidad con la fuerza resucitadora del Resucitado. Así lo manifestó Pablo el perseguidor y luego vidente y transmutado al ver al Resucitado. 1Cor,11-18.