Comentario homiletico 21-8-18

Mt 19,23-30
Nuestra relación con el dinero debiera ser siempre objeto de reflexión y revisión si escuchamos con tranquilidad lo q va diciendo Jesús aquí. ” Es muy difícil q un rico se salve”. Es más difícil q un camello pase por el agujero de una aguja”. Sin duda son expresiones orientales desmedidas o exageradas pero q nos quieren prevenir de peligros graves y ciertos. ¿O es q no vemos q los q apetecen el dinero nunca tienen suficiente y todo les parece poco?.¿Acaso es normal q los q cobran sueldos de privilegio de crean q lo merecen?
Algo tiene el dinero q envenena nuestro ser más natural . Ese q se complace con la naturaleza, la amistad y la alegria simple. Con el dinero se nos emborracha la mente. Nos parece q hemos subido de status y hemos de tener mejor casa o coche. Mejores vestidos y cuidar más la apariencia. No poner límites al consumo pq pensamos q tenemos y hasta merecemos tener lo q tenemos y aún más. Y …de repente nos olvidamos q otros no tienen ni lo necesario para pasar el mes. Que no tienen ni trabajo ni casi esperanza.. y a lo mejor descubrimos q estamos rodeados de riqueza hecha de cosas innecesarias y superfluas….
Este suele ser el proceso de cómo nos vamos acostumbrando al buen vivir cerrando los ojos a la precaria situación de los desheredados de toda fortuna.
Y Dios ,que Jesús nos lo ha mostrado como Padre ,no puede admitir q haya tanta desigualdad. Por ello cuanto más en vida nos separemos del pobre más nos estamos separando de Dios aquí y en la eternidad. Es lo q nos mostrará Jesús con la parábola del rico y el pobre Lázaro.(Lc 16,19-31)

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