Comentario homiletico 6/5/2018

Jn 15,9-17
Jesús está diciendo las últimas palabras de despedida y el tema q elige ?podía ser otro?es el AMOR. Un amor q nace del Padre y con el q Jesús ha permanecido unido al Padre y con el mismo con que Jesus nos ha amado a nosotros. Amarnos con ese mismo amor nos va a llevar a la más perfecta alegría y plenitud. Así lo espera Jesús de nosotros. Y ese amor q viene del propio Dios y que ha de ser vivido así para llevarnos a la máxima plenitud en Dios Jesús lo expresa con un imperativo o mandato.
Entender el amor como una atracción nos parece fácil . La belleza que hay en el mundo nos atrae y nos provoca el deseo de cuidarlo. Ahí se abre una relación q fomenta y hace crecer la vida bajo la forma de protección y cuidado. Esto ocurrirá normalmente cuando el objeto del amor es amable o digno de ser amado. Pero ? Y si lo q debiéramos amar y por tanto proteger y cuidar no nos aparece ni tan bueno ni tan digno sino que nos provoca repulsa o hasta odio por la percepción q tengo de el?. Posiblemente ya no nos nacerán los mismos sentimientos como respuesta . Y tpoco nos atraerá realizar los servicios de protección y cuidados q nos inspiraba hacer la atracción. Es entonces cuando la relación como dinámica de vida entra en fase de mandato. La fácil relación por atracción requiere ahora de más estudio y ciencia para sacar un provecho mutuo. Esa corriente amorosa portadora de vida no debe desaparecer pero debe equiparse de otras virtudes y la primera va a ser la obediencia. El amor momentáneamente va a tener q verse como un mandato. Es tanto como decirse “voy a amarte pq Dios me manda amar hasta a los enemigos” pero es claro q en esta fase de menor agrado el amor no se puede prodigar si no es poniendo comocimiento, ciencia y paciencia.
Aquí podemos comprender cómo el amor fácil y romántico pasa ser real y maduro pq se está poniendo a prueba requiriéndose el aporte de todo un corolario de virtudes para mantener ese fluido vital q es el Amor q venido de Dios une y reconcilia y armoniza todas nuestras relaciones.
Este es el amor fecundo y real. Hay otro fácil y “a primera vista” pero quizás solo sea imaginario y virtual.

Los comentarios están cerrados.