Comentario homiletico

Mt 21,33-43, 45-46
Estremece oír de labios de Jesús esta terrible parábola que El mismo inventó pensando en el destino trágico que le iba a deparar su propia vida al cumplir cabalmente la voluntad de Dios. Esta es la parábola de la viña con tanto cariño cuidada por Dios -su propietario- que la deja arrendada a unos labradores y después de mandar criados en varios momentos a ver resultados ocurre que maltratan a unos, matan a otros … así que el propietario manda a su propio Hijo pensando que lo iban a respetar. Pero no ocurre así. También el Hijo va a sufrir la misma suerte y lo llevan a una muerte afrentosa.
En esta parábola el núcleo para su interpretación lo podemos ver en la frase del A. Testamento que cita Jesús:” la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”(Sal 118,22)
Y es que desde Jesús -grano de trigo enterrado y resucitado por el Padre- todo grano llamado a dar fruto deberá enterrarse como hizo Jesús y unido a El podrá dar fruto y fruto abundante.
Muchos idealismos de corte social y político se han gestado y han incorporado los mejores ideales de igualdad, fraternidad, libertad, democracia,… que todavía inspiran a muchos para la construcción del mundo. Son ideas matrices de ideologías. Y funcionan como principios rectores para controlar la marcha de las instituciones que se inspiran en ellos. Pero con el paso de los años presenciamos la quiebra de las mejores ideologías y proyectos. Sin duda siempre va a ser el factor humano el fallo fundamental. Y si el problema es el propio hombre hay que entrar en él para dar con la solución.
¿Basta con infundirle convicción a base de “argumentarios” que afecten a su inteligencia? Los cristianos desde este evangelio pensamos que Cristo es la piedra angular. No es una idea sino una persona cuya vida ha encarnado plenamente la voluntad de Dios y por ello es profeta en obras y palabras. Asi el discipulo seguidor de Jesús tendrá que hacer en su propia vida un doble discernimiento:1.- identificar en la vida personal y social qué ideas reflejan mejor la voluntad de Dios para ser fieles a su palabra, y 2. qué conductas son mas coherentes con las ideas profesadas. La Cuaresma en que estamos es el tiempo idóneo para escuchar la voz del Espíritu que clama por nuestra renovación interior.
El papa nos invita desde su Cátedra a una conversión ecológica : tratando de ser mas respetuosos con el medio reduciendo el consumo y a una cura de humildad profunda siguiendo el testimonio de San José que se anonado para cooperar acompañando a Maria y Jesús.

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