Comentario homiletico 23-7-2017

El evangelio  de Mt 13,24-30 veréis q hoy nos propone meditar sobre cómo debe actuar el cristiano y la misma Iglesia para ser evangelizadores. Y nos lo dice con 3 parábolas sacadas de la observación de la naturaleza.

1. Con la parábola del trigo y la cizaña nos recuerda q no debemos juzgar ni condenar. Esa tarea la realizará el Padre al final del tiempo. Lo nuestro es tolerar y respetar usos y costumbres de personas aunq sean diferentes a las nuestras. Pero entonces nos plantearemos ¿como vamos a cambiar y mejorar el mundo si no criticamos y condenamos y cambiamos leyes como hacen o pretenden hacer los políticos? Y a ello contesta la parábola segunda del fermento en la masa: nuestra mejor evangelización no sera por presión social o por uso de los poderes del mundo propaganda ,… sino por una suerte de fermentación  o ejemplo de vida q se ofrece a la sociedad. Pero esta lenta fermentación de la sociedad nos puede impacientar y hasta exasperar y entonces nos propone una tercera parabola: la del grano de mostaza: en ella se nos deja ver q esta forma de evangelizar propia del creyente es como la pequeña semilla de mostaza q crece poco a poco pero luego se hace tan grande q van toda clase de pájaros a anidarse en sus ramas. 

 Y ahora  cabe hacernos esta pregunta: estamos los cristianos y la Iglesia acogiendo a tanta humanidad desvalida y sufriente con ese testimonio humilde, ejemplar y paciente  q nos revelan las parábolas?  A Jesús le importan poco las multitudes: busca la calidad. 

   Y el q tenga ojos para ver, verá.

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