Comentario homiletico 29/519

Jn 16,12-15
La predicación de Pablo en el Areopago de Atenas capital de Grecia es un buen modelo a seguir para la predicación.
Paseando por la plaza ha visto una estatua “al Dios desconocido” y ello le da pie a dar a conocer primero al Dios de Israel de quien no pueden hacerse imagenes pq esta mas allá de lo visible e imaginable con lo cual caemos en idolatria si le hacemos uns imagen de piedra o de barro. Descartada,pues, toda idolatria lo presenta con categorias existenciales : “en El vivimos, nos movemos y existimos” q son muy propias para expresar q todo lo q somos se lo debemos a El. Pero si ahi ha sacado su saber como judio fariseo luego da a conocer a Jesús. Y- cómo no👌- va a hablar del Jesús resucitado. El q él vio pq se le apareció. Esa videncia o visión del resucitado fue el motor de su apostolado. El q le abrió los ojos para ver la verdad de Jesús por encima de su apariencia humana. En Pablo la visión del resucitado fué el todo para él y desde ahí empezó a conectar con los apóstoles para conocer y predicar al Jesus de Galilea q murió en la cruz con toda su vida y calvario.
Así, pues, el camino para el encuentro con Jesus puede seguir ambas direcciones: partir del Jesús histórico para encontrarnos con el Jesus resucitado, o seguir el camino inverso como Pablo. En ambos casos la revelación plena de lo q es Jesús va a ser obra del Espíritu. Por eso es tiempo de invocarle para q nos ilumine la mente y el conocimiento de Jesús se vaya convirtiendo en admiración , convición profunda y fe.
Y una pregunta para terminar:¿se puede /debe ser “fan de Jesús “para tener fe?

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