Comentario homiletico

En Mt 19,23-30 ha terminado el relato en que un joven quería seguir a Jesús, pero no lo siguió porque era rico. Y Jesús continúa diciendo: “difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos. Le es más fácil a un camello pasar por el agujero de una aguja que a un rico entrar en el Reino de los Cielos”.
Esta exigencia es tan firme y dura que primero los apóstoles espantados se interrogan: ¿entonces quién puede salvarse?
La pregunta vale para hoy. Y vale que nos preguntemos si un rico cabe en el proyecto de Jesús.
Y para ilustrar esta dificultad hoy os cuento una historia de Rauco una pequeña comunidad cristiana de las Islas Chiloé en Chile.
Hablaba con Abraham el fiscal (cargo responsable de la comunidad) y le decia cómo es que D. Pablo un Señor acaudalado que vivia cerca del sector de los que vivian en Rauco no aparecía nunca por la capilla de la comunidad.
Me llamaba tambien la atención -a poco de vivir al servicio de varias comunidades de Quellon- que eran comunidades mayoritariamente formadas por gente sencilla y que la presencia de personas distinguidas o ricas era casi nula.- “Es que él ( el tal Pablo) me decia D. Abraham ,no es unido con nosotros”. El como los ricos van siempre “hamburrientos”
tras lo suyo y no tienen tiempo para dedicarlo a la comunidad. Y es que Padrecito, aqui vivimos en el campo y necesitamos ser muy unidos porque si alguien enferma hemos de llevarlo con el caballito a la ciudad. O si pasa necesidad hemos de auxiliarle de inmediato.”
Asi, fue como a poco de compartir con los chilotes iba entendiendo yo -un producto de una sociedad desarrollada pero individualista -que ellos tenian un fuerte sentido de comunidad. D. Abraham me lo recalcó con pocas pero
certeras palabras
” es que para nosotros la unión no es una virtud. Es una necesidad. Si no somos unidos no podemos vivir.”
Para la comunidad los ricos tenían preferencia por hacer dinero antes que preocuparse por la comunidad y así era observable que los ricos se automarginaban y no hacían causa común con la comunidades. Un fenómeno bien contrario al que ocurría en España por aquellos tiempos(años 70) en que aún era visible ver a los distinguidos señores del pueblo (medico, alcalde,notario , etc ) aparecer bien vestidos en la misa mayor del Domingo.
Estos dias de penuria por la pandemia, mas los augurios de un crack
del ecosistema mundial por tantos abusos sobre el planeta ,nos invitan a una reflexión en profundidad.¿Qué es primero ,el yo egoista e insolidario o el nosotros? Varios signos (agradecimiento a sanitarios e investigadores y otros servicios ) apuntan en esa direccion de que sólo unidos ante grandes males podemos triunfar. Pero esa oportunidad es la que hay que convertir en mentalidad. Caer en la cuenta de que la unión en solidaridad es una necesidad para poder ,ya no solo vivir ,sino sobrevivir.

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