24/09/2022

Lc 9,43-45
Con un poco mas de curiosidad intelectual y de coraje los apóstoles debieran haberle preguntado a Jesús el significado de esas palabras que presagiaban su muerte y hubieran encontrado respuesta en Jesus. Pero antes y ahora hay temas y problemas que rehuimos afrontar. Los familiares de enfermos graves temen a menudo llamar al sacerdote para que no se asuste el enfermo.No vaya a pensar que está para morir. Y se esconde la muerte porque no se vive preparándose para ella como los cristianos viejos que antes de una operación ya pedían confesión y comunión. O es quizás, una forma de vivir banal en que los problemas “especiales” no se tratan de frente sino que se minusvaloran, o se olvidan y se tapan como pájaro que esconde la cabeza bajo las alas . Estamos en las antípodas de aquellos cartujos que al verse se saludaban diciendo:” hermano, morir habemos, para contestar ..ya lo sabemos.” Y hemos pasado de la obsesión por la muerte a quitarla de la vista aunque no de la vida. Y sin embargo algo muy profundo nos dice que hay que estar siempre preparado para esa ultima suerte 1.haciendo bien las cosas 2. pidiendo a Dios el perdón sacramental por nuestras ofensas y 3 . recibiendo la comunión sello de nuestra Alianza con Dios y con los hombres como hermanos por la recepción del cuerpo y la sangre de Cristo”.
Esa es la muerte digna de un cristiano consciente y comprometido con Cristo y la Iglesia en traer una mejor vida para todos.

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