POR EL DESIERTO CON LA AYUDA DEL SEÑOR


Mt 21,33-43, 45-46
En esta parabola de la viña Jesus nos cuenta la historia mas negra vivida por los enviados de Dios para trabajar por su pueblo Israel. Toda una saga de patriarcas y profetas que llegan a traves de la historia hasta El mismo, el Hijo y que tambien va a ser maltratado y llevado hasta el suplicio de la cruz.
Los cristianos desde este evangelio pensamos que Cristo tal como ya se habia anunciado en la antiguedad es la piedra angular sobre la que hemos de construir la nueva humanidad. No es una idea sino una persona cuya vida y trascendencia nos puede transformar.  Y a Él solo podemos acercarnos por Conversión que es fruto del Espíritu en nosotros y que nos llama a profunda identificación con Él. Queremos un mundo mejor aportando nuestros talentos aun sabiendo que la suerte de los testigos no será mucho mejor que la del crucificado. Hoy la Iglesia camina , como decimos en el canto de “Juntos como hermanos , por el desierto bajo el sol y con grandes dificultades. No podemos avanzar sin la ayuda del Señor. Y a tientas, unos como profetas y otros como incansables adoradores sacerdotes junto al altar del Santisimo estamos buscando el mejor camino para que el pueblo encuentre en su vida alimento y cobijo..

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