Comentario homiletico

Mc 4,1-20 – Parábola del sembrador-
La percepción del cristiano es que estamos aquí para construir el Reino de Dios (no nuestro negocio particular con toda la carga de egocentrismo) y para ello hemos de hacer las cosas – muchas o pocas o las que podamos hacer, pero como Cristo las haría- con el mejor espíritu, bondad y ánimo de que sirva a los demás. Y entonces estaremos seguros de que vamos a dar frutos abundantes porque serán frutos de Dios, frutos con el sello del Reino. Vamos con DO (Denominación de origen).
Y luego podríamos hablar de cosas a hacer más allá de lo ordinario que hacemos cada día y que muchos hacéis: catequesis, ayuda social, Cáritas, formación de niños en el Junior. ayuda familiar, etc., y también todo ello realizado como construcción del Reino computa como obra o fruto del Reino si se hace a su estilo.
Con todo , una buena feligresa me comentaba no hace mucho: “esa parroquia se parece más a una Ong ” ¿dónde se ve la asistencia a misa con oración comunitaria y la recepción de sacramentos como confesión , confirmación y comunión?.
No hay que olvidar que una comunidad cristiana se construye como tal cuando a la práctica de la caridad y el amor fraterno ” mirad como se aman” unimos la oración y la misa como principal expresión del amor de Dios manifestada en la muerte en cruz de Jesús y en nuestra Acción de Gracias a Dios personal y Comunitaria. El valor de la misa no es comparable a ninguna otra liturgia pero requiere mucha formación . Y para vivirla no como simples oyentes sino como participantes requiere de ir allí con espiritu de oración y ojalá habiendo leído y meditado los textos de la Palabra de Dios . Algo de esto estamos haciendo ya en el sector más joven como Juniors y misa de familias. Y lo q pretendemos y en lo q estamos es que vayamos a “vivir la misa y no solo a oír misa”.

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