Comentario homiletico

Jn 18, 1-19,42
Hemos de escuchar la lectura de la Pasión no fijándonos en los detalles como sumando el número de tormentos y la gravedad de los mismos para atormentar nuestra mente hasta saltar en quejas y lamentos profiriendo exclamaciones de dolor o clamando justicia. Gritar justicia en el momento que no la hay ni se puede hacer ,o buscar culpables y amenazas no son sino formas desesperadas de venganza inútil porque las cartas ya estan echadas. Jesús lo que hace es asumir todas y cada una de las afrentas, prendimiento, tradición de Judas, de Pedro, juicio ante Anas y Caifas y ante Pilatos , ……con una aceptación tal como la del que asume responsabilidades terribles que no son deseables pero que siente qué dependen de él solo y tiene que aceptarlas por duras que sean. Es lo que hace Jesús asumiendo que debe asumir su propia muerte como caliz amargo que hay q beber y asi es como acepta la voluntad del Padre. El ejemplo lo tenemos hoy en cuántos por su trabajo como sanitarios arriesgan su propia vida enfrentando el posible contagio del covid . Ellos ejercen su responsabilidad por obligación de trabajo. Pero nosotros los consideramos héroes. Su trabajo por salvar vidas en esas circunstancias ha subido exponencialmente de valor.
Jesús con la predicación del Reino y su ministerio de sanación y perdón estaba completando su obra pero no le seria concedido ver el fruto de la misma antes de llegar a la muerte. Como el grano de trigo sano que se entierra o el dia que se adentra en la noche negra, “viven bien la muerte” y por eso amanecen en resurrección.
Y digamos como homenaje a nuestros sanitarios en primera linea de combate: nuestras palmas en obsequio por su coraje se trocaran en palmas de martirio para los que mueran por su abnegado servicio y pediremos ante el Padre que tras su gran tribulación reciban la palma del martirio por su trabajo ,como el de Cristo, Redentor.

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