29/08/2022

Mc 6,17-29
La simple critica de Juan Bautista a Herodes por haber tomado como esposa a la mujer de su hermano le valió para que Herodes le llevara primero a la cárcel y luego a su decapitación.
El relato nos cuenta el martirio de Juan con todo lujo de detalles para darnos a entender la importancia que tuvo el precursor de Jesús señalando a Jesús como el que iba a venir a quitar el pecado del mundo(Jn1,29-34) y a traer como Mesías la Salvación. Así se lo había mandado a preguntar a Jesús cuando estaba ya en la cárcel a través de sus discípulos ¿eres tu el que ha de venir o esperamos a otro? Y Jesus le contestó con la clave para entender que habia llegado el Mesias: ” los cojos andan, los ciegos ven y a los pobres se les anuncia la buena noticia”.(Mt 11,5)
Asi muere el mayor de los hijos nacido de mujer según el propio Jesus y sigue con ello la estela de los grandes profetas que en el mundo han sido. Es la trájica suerte de los grandes profetas de toda la historia humana incluido el propio Jesús, pero también Gandhi y Lutero King, y el Obispo Arnulfo Romero y aun ahora la jerarquia de la Iglesia en Nicaragua.
Es de sobra conocida la gran dificultad de relación con los poderosos gobernantes. Son muy sensibles al qué dirán y por ello suelen intentar acallar por todos los medios las voces críticas.Recuerdo a este respecto como el obispo de Chiloé Juan Luis Ysern valenciano nos recomendaba a los sacerdotes que le dejáramos a él hacer las críticas mas importantes para evitar represalias duras de parte de las autoridades. Era mas dificil “desaparecer” a un obispo que a un sacerdote .
Y esta es una constante histórica: la relación de la Iglesia con cualquier poder tiene importantes dificultades que nuestros obispos tienen que sortear intentando ser fieles al mensaje profético del evangelio y anunciar el Reino. Es el gran reto: conquistar una libertad e independencia sana de la Iglesia respecto del poder de los estados para que pueda ejercer su ministerio de Liberación y de Salvación. Y para ello requiere no acomodarse al poder establecido admitiendo privilegios (por los que luego se pasa factura), y estar dispuesta a ser perseguida cuando por exigencia evangélica debe levantar la voz en favor de los desfavorecidos .
Y hay que recordar la recomendacion del Maestro :”El que quiera ser mi discípulo que tome su cruz y me siga”(Mt 16,24).