GRANDEZA A DESCUBRIR EN LO PEQUEÑO.

Mc 4, 26-34
Al elegir Jesus el granito de mostaza como parabola del Reino que el venia a establecer estaba haciendo un monumento al mayor prodigio que en la tierra y en todo el cosmos puede amanecer: el misterio de la vida concentrado en un diminuto ser de perfeccion que roza el infinito por sus capacidades implícitas de alimentarse, crecer , sentir y replicarse.
La Sabiduria Biblica ya habia visto que semejante prodigio no podia ser sino obra de Yaveh o Dios y a El atribuía la existencia de todo el universo con infinitos soles y estrellas.. todo con un destino:que apareciera por fin en el escenario de todo lo creado el hombre y la mujer para compartir con El dominio y señorío disfrutando del Edén como paraiso. Y narra la primera historia humana que por mal hacer con soberbia se vieron convertidos los hombres en enemigos y hasta la tierra dejó de ser jardin y paraiso.
Y el pobre ser humano fue vagando por el escenario con llanto y desespero anhelando un conocimiento suficiente para aprender a tratar el misterio de la vida con el Respeto y Humildad que requiere el gran regalo que se nos ha dado. Y tuvo que venir Jesús, para muchos hasta hoy el Mesias y Solucionador del caos introducido por el veneno del mal que sembró de inicua intención el cerebro humano.
Y Jesús ,el anunciador del Reino – que es Reino y aún no paraiso- nos invita a un estilo de vida distinto al “modus operandi” del hombre desde que existe el mundo: no buscar los primeros puestos, ni aparentar; no ser servido sino servir; no ser amado sino amar y el mejor simbolo : preferir ser enterrado como semilla para morir y resucitar.
Jesus y este mensaje son el camino para no desviarme del destino. Canto: “Hazme un instrumento de tu paz”