EL REINO EN LUCHA

 
 Jn 7, 25-30 nos va hablando de la tensión creciente que iba viviendo Jesús en su relación con los judíos. Sus críticas al mal uso del templo, a llevar la ley de Dios a aplicaciones absurdas como el no poder hacer milagros en sábado, y sus pretensiones mesiánicas, cuestionaban a los sumos sacerdotes y al Sanedrín la autenticidad de su religiosidad y tanto si Jesús pretendía ser un reformador religioso como si se presentaba como mesías era visto como un peligro por el estamento sacerdotal y hasta político.
Por ello vemos a Jesús en los momentos más duros en que debió vivir sintiendo la amenaza certera de su muerte y en lucha agónica por defender y purificar no sólo la Ley de Dios y el Templo, sino su propia condición mesiánica.
Es lo que vemos hoy en este texto y en otros sucesivos. Juan presenta a Jesús como la luz en lucha con las tinieblas. Como el justo de la primera lectura que es acosado y perseguido por los hijos de las tinieblas.
Y uno piensa en el acoso y sufrimiento del papa Francisco por su postura reformadora y dialogante; en el sufrimiento de tantos que en gesto honorable y de gran dignidad luchan por los derechos de la mujer o de los jóvenes o de los emigrantes.O los que sufren persecución por denunciar corrupciones como Navalny y muchos jueces y periodistas etc..y es para pensar que si necesarias son las tareas de gobierno del mundo no menos lo son las tareas de denuncia y regeneración moral. Y ésta es la tarea que asumió Jesús el profeta y “más que profeta ” cuando anunciaba su muerte y clamaba que el Reino de los cielos exige hacerse violencia y sólo los violentos lo arrebatan” Mt 11,12.¿Como no va a haber gloria y eternidad para los profetas del Reino si son la savia mas sana y pura de la nueva humanidad? Pidamos al Señor que no falten profetas que como Maria prediquen “al Dios que derriba a los poderosos de los tronos y enaltece a los humildes”.
Canto:”Por Ti mi Dios cantando voy”..