PARA SERVIR A DIOS Y A USTED.


Mt 1,16-18,21-23.
María y José con algunas dudas, asumieron las funciones más importantes para alumbrar en la tierra el misterio más grande que hemos conocido los hombres: la Encarnación del Hijo de Dios. María con las dudas sobre cómo iba a dar a luz si no conocía varón; y José teniendo que obedecer la voz del ángel que le revelaba en sueños que lo de María era obra del Espíritu Santo.
En nuestra tradición cristiana más acrisolada -en el Siglo de oro- el misterio de la vida se presentaba al hombre como un sueño (“La Vida es sueño “) por lo transitorio de la vida humana en la tierra y también como un teatro del mundo en el que se nos invita a participar asumiendo unos papeles con que servir al mundo y a las personas en el entendido de que todos los trabajos o tareas son igualmente necesarios e importantes. Lo decisivo es hacerlos bien y sin regatear tanto como hace mucho joven que parece que ninguna carta les acomoda .(niñatos y ni-nis.. )
Los tiempos nuevos de revolucionarias tecnologías nos descubren desde la física un infinito universo en el que nos sentimos mas pequeños, mas manejables y vulnerables y cunde la inseguridad sobre si como especie podremos manejar bien las riendas de nuestro futuro.
En José y María, educadores humanos de Jesús, podemos encontrar un buen modelo para la mayoría de nuestros humanos aun no tocados de orgullo y ambición y que han entendido como ellos que nuestra mejor opción es ser “buena gente”, honestos a carta cabal y bien dispuestos como decían nuestros antiguos cristianos “para servir a Dios y a usted”.
Es la condición humilde de las personas la que enamora al Dios grande – cantado en el Magníficat- y las hace portadoras del mayor mensaje de humanidad y bondad. No olvidemos que Jesús vino “a los hombres de buena voluntad”y recojamos ese espíritu con el franciscano
Canto: “Hazme un instrumento de Tu paz”.
NOTA PARA LOS FALLEROS.
No olvidemos que el patrón de las fallas aún es San José , el humilde carpintero, que supo estar a la altura sabiendo respetar como digno esposo de Maria y padre de Jesús, el mayor de los misterios ,el Hijo de Dios, hecho hombre y que vino por amor a morir en la Cruz.