Comentario homiletico

Lc 14, 1.7-11–
¡Que enamorado de Cristo debía estar Pablo! para decir frases como las que hoy le oímos decir: que “para mí la vida es Cristo” y que duda entre morir para estar para siempre con Cristo o estar aquí predicando a Cristo a los Filipenses.
Y es que Jesús debía enamorar porque manifestaba su enorme grandeza viviendo con suma humildad. Así nos lo dice hoy con palabras que parecen consejos doctrinales “el que se humilla será ensalzado”, pero también con gestos como sentarse en lugares menos preferentes en banquetes de bodas (en Caná) o ponerse a lavar los pies a sus discípulos en aquella célebre Última Cena (Lc 14, 1.7-11.

Comentario homiletico

Lc 12, 54-59
La pandemia que está sufriendo la humanidad es como dice en este texto Jesús un signo de los tiempos. Un signo tan fuerte que está provocando desde la sanidad un paro de toda la vida económica y social. Muchos de nosotros por suerte ante este hecho mundial nos estamos parando a pensar. ¿No estamos corriendo demasiado aprisa a ninguna parte? ¿Hay claridad en la mente de los hombres de hoy de qué es lo que se debe hacer para el bien de todos o aquí cada pais, y cada región, y cada familia y hasta persona se esta erigiendo en propio dios o haciendo un dios a la medida de sus deseos como dijera Pablo?
Muchos hablan hoy de una naturaleza maltratada que parece que nos está pasando recibo. Pero también el hombre es naturaleza humana y como libre y pensante debería estar a la altura de los tiempos. Y los tiempos hoy parece que andan solos y sin gobierno. Aclamemos al Espiritu creador y dador de vida que nos inspire dones y carismas para el buen gobierno de paises y personas.

Comentario homiletico

Lc 12,35-38
En el pensamiento de Jesús solo el que ha asumido la actitud diligente del siervo siempre dispuesto a acoger y servir con bondad y prontitud, está en condiciones de recibir al Señor cuando venga y llame a nuestra puerta, tanto cuando le oimos venir y llamarnos para participar y construir aquí su Reino como si nos llama a entrar en el Reino definitivo o Cielo. Para éstos, – ojalá así ocurra con nosotros – la venida puede ser y probablemente será sorpresiva como la llegada del ladrón, pero no desagradable, porque sabemos, asi nos lo dice , que en una u otra llamada, El vendrá como novio y nos sentará a la mesa y nos servirá y hará objeto de trato confidencial y preferente . ¿No fue como trató Jesús a sus apóstoles en aquella última y memorable Cena de Pascua?.

Comentario homiletico

Lc 12, 8-12
Oyendo a Pablo en Rom 4, 13-18 los creyentes del Dios revelado a traves de la historia nos sentimos hermanados con la misma fe de Abraham padre de muchos pueblos creyentes q nos hemos encontrado por percepción especial del Espiritu con “el Dios que da vida a los muertos y da vida a lo q no existe”. Cuando esa profunda convicción anida en un ser humano ahí hay una gracia de Dios . La tiene el que se aclama desde lo mas profundo diciendo “algo tiene q haber mas allá de todo cuanto hay a la vista”. Con esa percepción especial uno se siente fluyendo en el río de la vida y andando por caminos de esperanza que invitan a ejercer alegría y gratuidad. Es el gérmen de la fe revelada gracias al encuentro con el Espíritu del Dios creador.
Hasta ahi ,que no es poco, compartimos el mismo camino todos los creyentes en el Dios revelado sea judio, cristiano o islámico. Somos pueblos participes de la misma fe abrahámica. Con esa fe hemos dado el salto a ver lo trascendente inmerso en lo temporal y lo empezamos a ver por gracia del Espíritu. Por eso Jesús dirá q negar esa gracia contra el Espíritu es el peor pecado. Mas q negar al propio Hijo porque es rechazar la primera semilla obra del Espíritu en nosotros por la que nos abrimos a la fe radical inmanente y trascendente.
La culminación de esa obra del Espíritu en la humanidad es el propio Jesús el Hijo de Maria que resumió en Cristo la máxima trascendencia e inmanencia.
Y quien le sigue desde el nacimiento hasta su muerte en cruz vive su vida a la vez muriendo y trascendiendo. Realizando en si mismo la plena humanidad q se vive con un morir sirviendo q es morir renaciendo.

Comentario homiletico

Lc 12, 1-7 es un texto fundamental para encontrarse uno consigo mismo, sin miedo alguno. Queriéndose. Aceptándose a sí mismo. Descubriéndose en paz con capacidad de libertad y de amar.
Jesús hace un discurso radical, dice a sus discípulos: “cuidado con la levadura de los fariseos”, o sea, con la hipocresía.
Hipócrita es el que, como el comediante de teatro, vive para aparentar -acepción griega- y, si tomamos la hebrea, es el que aparenta vivir una piedad cuando en realidad pasa de Dios.
Pues bien, Jesús reclama para sus discípulos la mayor trasparencia y sinceridad. Que no vivan para quedar bien ni aparentar. Que sólo teman a Dios que es a quien deben dar cuentas, sabiendo que es un Padre misericordioso que cuida de los gorriones y mucho mas de nosotros.
Así tendremos un corazón libre para poder amar.
Nuestro filósofo Miguel de Unamuno decía a este respecto: “Sólo canta libertad el esclavo, el pobre esclavo. El libre canta amor”.

Comentario homiletico

  • Lc 11,37-41 -Bon dia als que Jesús llibera per la fe activa a través del amor.
    En Lc 11,37-41 Jesús se sienta a comer en casa de un fariseo que se sorprende porque no se lava las manos y Jesús aprovecha -como suele hacer- para hacer una crítica demoledora: “los fariseos limpiáis por fuera la copa y el plato mientras por dentro rebosáis de robos y maldades”.
    Pablo en la primera lectura nos habla de la circuncisión, otro rito judío, sin duda para el judaísmo muy importante porque significaba la consagración de un varón a Dios. Y ¿qué dice Pablo de ella? Que por la fe en Jesús , él nos ha liberado de estar sometidos a ese yugo de la ley y ya no sirve para nada ser circunciso o incircunciso y que lo único que cuenta (Gal 5,1-6) es la fe activa en la práctica del amor.
    Pablo aquí hace una interpretación magistral de las palabras de Jesús y nos descubre el poder liberador del evangelio de Jesús que va a la raíz del actuar humano que le da fuerza y consistencia: la fe en Jesús y el amor. ¿Hacen falta con ellas más leyes?

Comentario homiletico

Lc 10, 38-42
En el pasaje de Marta y Maria que invitan a comer a su casa a Jesús , el Maestro termina alabando la actitud de estar oyendo a Jesús antes que la de hacer las labores y atenciones propias de una digna acogida: “Marta , Marta : andas inquieta y agobiada con tantas prisas. Maria ha tomado la mejor parte y no se la arrebataran”.
Parece claro para Jesús que la atención puesta con preferencia en Jesús y su Reino es la auténtica teoria (=contemplación de Dios) y el origen de la autentica Sabiduria.
Veamos si no, qué pasó con Moises caudillo de Israel, que liberó a su pueblo de la esclavitud de Egipto y despues de 40 años por el desierto se quedó a las puertas de Jericó. Pero por haber tenido en sus avatares de caudillaje dudas de fe Yaveh no le concedió entrar en la Tierra Prometida. La contempló desde el monte mientras Josué daba vueltas sobre las murallas de la ciudad .Y fue el recurso a la oración de Moises con los brazos abiertos sobre el monte lo que le valió ante Dios la providencia de que Josué entrara en la tierra prometida. Pero Moisés no entró.
A nuestra sociedad del bienestar y laica le ha caido en suerte jugar la carta de la globalidad. Los bienes que disfruta de orden y cosumo masivo son señuelo que tienta a los extremos pobres a venir por estas tierras de promisión y ya no podemos cerrar las puertas. Son hermanos de raza humana segun la ciencia y esperamos que no dejen de serlo por causa de la religión. Los retos son enormes porque los muros humanos y religiosos que nos separan parecen mas altos e insuperables que los de Jericó; por ello ahora mas que nunca nos hace falta una “teo-ria “que englobe ciencia eficaz y oracion. Una contemplación mas firme y abierta que nos reafirme en la convicción de que el auténtico Pueblo de Dios no tiene fronteras . El Padre Dios en Jesús ha derribado todas las fronteras y la contemplativa Maria a los pies del maestro lo pudo entender mientras Marta por el ajetreo de su tarea y Moisés por el fragor de las lides del caudillaje perdieron la oportunidad de entrar en la tierra prometida que es como entrar a participar en la construcción del Reino de Dios.
y es que hoy ,mas que nunca , cuando hasta el covid nos hace conscientes de que somos un solo pueblo total ,mal que nos pese, necesitamos de un pensamiento fraterno, abierto a Dios y a todo hombre como Jesús y universal.

Comentario homiletico

Al letrado que pregunta a Jesús por la salvación -con aviesa intención- Jesús le va a dar más de una lección:
El letrado le ha dado la respuesta de la Escritura de carrerilla: “hay que amar a Dios con todo el corazón con toda el alma y con todas tus fuerzas y al prójimo como a ti mismo”. Jesús le acepta la respuesta de libro porque acepta el Libro Sagrado- aunque le hubiera podido decir que Dios es Padre o Abba-pero como le insiste en querer saber quién es su prójimo Jesús le monta una parábola que no tiene desperdicio: la del “buen Samaritano”.
En ella a Jesús se le ocurre poner como modelo de amor al prójimo justamente al samaritano porque es el que hace todo lo que puede para ayudar a un hombre malherido al ser asaltado por unos bandidos. Y de rechazo da un varapalo al estamento clerical de entonces al presentar a un sacerdote y a un levita que viendo al herido pasan de largo porque parece que tienen asuntos más importantes por el templo.
La parábola es una carga de profundidad puesta al supuesto orden establecido en Israel.
La salvación – viene a decir- no es patrimonio de nadie por ser judío o sacerdote o levita o creyente de una determinada fe -los samaritanos eran odiados por los judíos por seguir otra religión con culto en Garizin- sino que es patrimonio del que vive una fe practicada en obras concretas de amor a las personas que más lo necesitan.

Comentario homiletico

Lc 10,13-16
¿podemos entender hoy a Jesús cuando se lamenta porque Betsaida y. Corazain han escuchado la palabra de Dios ,y han visto milagros de providencia de Dios y no han creido?
Los seres vivos que existimos en el tiempo vivimos la existencia como una lucha por liberarnos de las esclavitudes y dependencias contra el enemigo real y unico que es la muerte. Y en esa lucha los hebreos ya dejaron plantado a Moises hablando con Dios en el monte .mientras el pueblo adoraba entre orgias al becerro de oro. ¿de qué copa bebían de la copa del vino nuevo de la vida o de la copa del tiempo perecedero?
Nuestros maestros de vida clásicos aprovechaban el “memento mori “( el saber que he de morir) para agitar las conciencias y provocar conversiones. La gente vivía entonces con una lucidez terrible porque en gran medida por el miedo a la muerte y ganar en el negocio de conquistar la eternidad
se disponia- por si acaso- a desterrar de su vida algunos abusos que generalmente pivotaban entre juego, sexo y alcohol y /o drogas.
Llegar a la conversión era lo importante. Y yo creo recordar el gran regocijo que tenían sobre todo las mujeres y los niños cuando los padres- generalmente hombres- en un arrebato de conversión dejaban la ” mala vida ” y se dedicaban a ser mas familiares y morigerados en sus costumbres. ¿era sólo el miedo a perder la vida, o la salud, o tambien era el “santo temor de Dios” que no es solo el miedo al castigo eterno sino a perder la amistad con Dios a quien no solo se ama sino que es imposible dejar de amarle porque
es mas yo que yo mismo.?
Ocurre entonces, que con la fe y desde la fe se puede cambiar la mente y la propia vida. Pero se hace necesario escuchar la voz amorosa del Padre que nos ha llamado a la existencia temporal y eterna con El. A eso vino Jesús- dandonos a beber de la copa de la vida y de la Salvación.

Comentario homiletico

, Bon dia als que escolteu la crida de Jesús i tracteu dia a dia de treballar pel Regne.
Lc 10, 1-12  
Jesús ya había hecho un primer envío de los Doce, a quienes había elegido, según nos dice Lucas en Lc 9, 1-6, para anunciar el Reino. Y ahora, camino de Jerusalén, manda otros 72 (número de las naciones fijado por el pensamiento judío) con el mismo fin de anunciar el Reino.
Ello nos está indicando:
1.  que la misión para Jesús no era algo reducido a los Doce sino a muchos más.

  1. Que Jesús y sus discípulos constituían un grupo itinerante y
  2. de carácter carismático, es decir, un grupo no oficial ni preparado según cánones establecidos en escuelas de profetas u otra autoridad. No les venía de institución alguna sino de sus propios carismas, de sus dotes de persuasión y de la fuerza de su espíritu y mensaje.
    Ni siquiera tenían la cultura que veremos en otros como Pablo o San Agustín.
    En el cristianismo naciente el centro neurálgico ya no serán el Templo de Jerusalén ni los sacerdotes sino la Comunidad de cristianos con los Doce. La comunidad es la casa de Dios (1 Tim 3-5).
    En nuestras comunidades o parroquias cada año celebramos la misa de Envío a todos los agentes de pastoral.
    Y un apunte ¿se va tomando conciencia entre nosotros de que la fuerza de una parroquia no reside en la grandeza de su templo sino en la consistencia, unidad y fuerza espiritual de su Comunidad?