CANDELARIA FIESTA DE LA LUZ


Lc 2, 22-40-
Como nos describe Lucas en este texto Maria y José, siguiendo la tradición de la fiesta judia presentaron al niño en el templo para su consagración a Dios como primogénito y a Maria como madre.
que tenia que recibir la purificación.
Pero estos ritos de Circuncision , ofrenda y purificacion en el siglo cuarto de la nueva era cristiana se dejaron definitivamente para darle un nuevo significado fruto de la fuerza creativa de la Iglesia : “Cristo entra en el templo como luz que viene a iluminar el nuevo culto a Dios en el templo como lugar preeminente de reunion de la Comunidad y el culto a Dios en la vida toda por efecto de su encarnación”.
La mejor alegría de esta fiesta y de todo el Pueblo de Dios la expresan el rostro y las palabras del anciano Simeón bendiciendo a Dios: “ahora ya puedes dejar a tu siervo irse en paz porque mis ojos han podido contemplar en este niño la salvación. Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”.
Y desde entonces todo el pueblo creyente en Cristo encendemos la vela que participa de la luz del Señor y se hace la procesion de la Candelaria o Fiesta de la Luz.
Asi quedaron de lado rasgos de la fiesta judia (de tinte machista )como la presentacion del niño (sólo si era varón y primogénito y la 0purificacion de las madres que quedaban supuestamente impuras por el parto)
y es asi como en la vida liturgica de la Iglesia se ha ido poniendo de relieve la riqueza del misterio de la venida del Mesias en el templo y en la vida’.
El papa Francisco nos invita ahora a una renovacion y vuelta a una forma de Iglesia antiquísima que arrastra desde el primer Concilio de Jerusalen (S.1°) una iglesia sinodal que camina unida con la fuerza del Espíritu sacerdotes y pueblo compartiendo penas y alegrias , discernimiento y decisiones con el ánimo de servir e iluminar a la propia Iglesia y al mundo y pensamos ¿no podria ser objeto de representacion litúrgica en esa procesión tradicional de velas bendecidas y llevadas procesionalmente en la fiesta de la luz o Candelaria?. Haríamos verdad ese anhelo de vivir en la liturgia lo que deseamos vivir en la vida por la fe :”lex orandi lex credendi”.
Y sintámonos al procesionar juntos que todos somos responsables en la marcha de la Iglesia.