EL MAL ¿VIENE DE AFUERA O SALE DE DENTRO?


Mc 7,14-23 recoge la sentencia de Jesús en que declara que todos los alimentos son puros y por tanto nadie puede incurrir en impureza al consumirlos como antes de Jesús proclamaba la Religión judía y luego la islámica. Esas prescripciones que exigían ritos de purificación quedan abolidas para Jesús, quien centra el mal moral no en lo que entra de afuera al interior del hombre, sino en lo que de malo nace en el hombre y es consentido en forma de odio, ira, maledicencia o acciones violentas, etc. Todas estas pulsiones que nacen del corazón hay que gobernarlas desde nuestro puente de mando con inteligencia y voluntad y una buena dosis de humildad para aceptar a Dios como maestro interior y no a nuestro ego mas excluyente y comodón.
Y desde ahi nos apetecerá cantar : “Danos un corazón grande para amar, danos un corazón ..
fuerte para luchar.. como hombres nuevos .constructores de nueva humanidad…”

AMOR PREFERENTE


  Mc 7,1-13 Fariseos y letrados critican a Jesús porque comen sin lavarse las manos como era tradición y Jesús, a su vez, tomando un texto de Isaías, les critica porque practican un culto vacío (sin amor) y porque enseñan preceptos humanos (no dados por Dios). Y Jesús pone el ejemplo -que sería algo frecuente- de aquellos que no atendían a sus padres como manda el cuarto precepto con la excusa de que su dinero lo ofrecían al templo.
Aquí Jesús estaba planteando la necesidad de separar lo que son prácticas rituales de purificación que como mucho tienen que ver con aseo, contaminación, perfección, …de prácticas morales que nacen de la obligación de atender por sobre todo a lo más sagrado del mundo que es Dios y el hombre y por ello se recoge en los 10 mandamientos.
Segun esto tendremos que revisar si nuestras preferencias al amar son las de Jesús (=Dios): Dios y el hombre mas⁶ necesitado o aficiones, bienes y pertenencias , mascotas, ….