ACOGER MIRANDO


Mc 6,53-56
Sabemos que los milagros de Jesus llamados por San Juan “signos” constituyeron todo un ministerio de sanación que abarcaba toda suerte de males fisicos, psiquicos y espirituales (=endemoniados) y ello era así para manifestar que se estaba produciendo la- por siglos- esperada venida de El Mesias prometido.Juan Bautista el predecesor de Jesus mandó a sus discípulos a preguntar a Jesus si era “el que tenia que venir” o esperaban a otro y la contestación fue como la contraseña: “los cojos andan, los ciegos ven los sordos oyen y a los pobres se les anuncia la buena noticia ” Es por ello que en aquellos momentos y por tiempos el recurso al milagro – a falta de más cientificas soluciones se tuvo en mucha consideración y aun en la Iglesia se notifican milagros en santuarios marianos como Lurdes , Fatima, Garabandal, Medjugore ,etc.. pero ya no componen un ministerio habitual de la Iglesia sino hechos ocasionales y episódicos. De hecho la sanación ha quedado en la Iglesia reducida a los ministerios de exorcista y de confesor que atienden a posesiones y a curacion del mal moral o pecado. Y no podia ser de otra manera. La verdadera misión de la Iglesia es el anuncio gozoso del Amor de Dios que se ha manifestado en plenitud en Jesus que nos trae -estableciendo su Reino ,la salvacion. Así es como el Logos o Verbo encarnado que es Jesus, (Jn1,ss) infunde en nosotros la raiz de toda vida mortal que es la esperanza de plenitud de vida aquí y vida que por libar de divinidad (=quien coma de este pan vivira para siempre ) se hace participe de inmortalidad.
No hemos de olvidar que los cristianos nos consideramos hijos del Logos o Verbo por quien fueron hechas todas las cosas y el logos es razón y ciencia y por eso que Pablo nos recordará que los cristianos hemos de dar razon de nuestra fe porque ésta si bien atiende al origen misterico de la creación y la vida, no es irracional sino que precisa avanzar en claridad con la razón y la ciencia. Así, pues , la misión del portador de esperanza no tiene mejores signos a presentar al mundo que su propia vida vivida como testigo de esa esperanza y mirando a todos con mirada y gesto de acogida fraterna porque el amor de llama incombustible es la mejor forma de predicar a Jesus “el muerto viviente” en su comunidad y para el mundo.