HIJOS DEL ALTISIMO


Mt 5, 17-37
Jesús nos comenta cómo hay que entender algunos preceptos desde su idea de llevar a plenitud la Ley del Antiguo Testamento para convertirla en Evangelio y su novedad la ciframos en 3 pasos
1 .Radicalismo de sus mandatos nuevos como el no matar, el no adulterar y el no jurar en falso. Su radicalismo (ir a la raíz de estos males) nos sobrecoge: ¿quién habrá que pueda con semejantes cargas? porque Jesús no sólo pide no matar sino ni siquiera pelearse u ofender con palabras al prójimo. No sólo prohíbe adulterar sino recrearse en pensamientos y deseos de adulterio. No sólo nos pide que no juremos en falso sino ni siquiera con verdad. Y la pregunta que nos viene a la mente es: ¿quien podrà cumplir con semejantes exigencias con lo fàcil que es hoy corromper la mente y la voluntad de la gente ? Esta pregunta socava la confianza en nuestras propias fuerzas y por ello nos hemos de mover hacia el maestro pidiendo

  1. que el Señor nos dé la fuerza porque como el mismo nos dice “sin mi no podeis hacer nada” y nos aumente la fe como en su dia le pidieron sus propios discípulos . Pero es que ademas desde el amor profesado por Jesus a los mas pobres (Mt 25), la línea más directa para alcanzar a Dios pasa necesariamente por el amor y respeto a los hombres con tal finura y exquisitez como si del propio Dios se tratara.
    Y
    3° Se trata de operar en nosotros un cambio perceptivo por el que asumiendo nuestra condicion de Hijos de Dios por el bautismo vayamos mas allá de las clasificaciones por las que etiquetamos a las personas como vecinos, o policias , hombres o mujeres, guapos o feos..amigos o enemigos,.. para vernos a todos como hermanos y de igual dignidad.
    Este cambio perceptivo tiene que llegar a ser como una COSMOVISION ACEPTADA POR FE Y A LA VEZ META de toda la vida para que la entendamos como lograr amar “como Cristo el Verbo hecho carne nos ha amado”. Ese es nuestro ideal o utopia para que imbuidos de nuestra conciencia de hijos de Dios demos el culto a Dios en verdad que pasa por el amor necesario a los hombres como hermanos .