EL MAYOR DESEO

Mt 5, 13-16
Cuando Jesus ha querido expresar en las bienaventuranzas lo mas sustantivo de sus enseñanzas termina concretando en dos imágenes muy potentes lo que espera de nosotros los que hemos decidido seguirle: que seamos en el mundo y para el mundo SAL y LUZ.
Andaluces y gitanos solían pedir al sacerdote cuando bautizaba que en el rito de la sal se la pusiera en abundancia para que el bautizado tuviera “salero y gracia” . Y por ahí va el sentido de lo que ser sal significa. Y tambien por contra Jesus mismo previene del mal de la sal: que se vuelva sosa . Para nada sirve entonces. Y deja caer casi como maldición: “que la pise la gente”
Dar sabor e iluminar son las funciones que le son propias por naturaleza a la sal y a la vela y por ende al discipulo )y Jesus espera que las cumplamos con obras y tambien con palabras que las iluminen.
Pero salar e iluminar llevan un coste muy serio que hay que pagar y hay que recordar a nuestra humanidad que anda con “mentalidad de florero”(=bonito y gratis sin gasto ni coste):la sal tiene que disolverse en la masa para darle sabor y la luz tiene que quemar su cera si quiere iluminar. Con otra imagen aun mas fuerte Jesus insiste en esa radical humildad que debe tener el discípulo cuando lo compara al grano de trigo que si no se entierra y muere no da fruto .(Jn 12, 23-24)
pero si acepta darse hasta la muerte entonces da fruto abundante . Es la gran contradicción que el mundo no entiende : que la cruz asi vivida hasta la muerte es fuente de vida. Pero ese es el mayor deseo de Jesus: que el discípulo vea y viva su vida como una ofrenda gozosa de camino hacia la cumbre donde está la cruz y la Resurreccion.